domingo, 19 de junio de 2011

¿Broma macabra?

Se cuenta que hace tiempo en Mar de Ajó, una noche de fiesta cuando el calor y el frío guerrean y ninguno se resiste a perder, la juventud nos íbamos a la playa a bailar y a tomar algo a la margarita un bar que estaba sobre la playa
Había un grupo de chicos pasándolo bien cuando unos de ellos fue a tomar aire fresco, vio a una chica cerca de la orilla vestida con vestido largo, a él le llamó la atención y se acercó a ella, cuando estuvo junto a ella vio que era preciosa y que estaba triste.

Le dijo que se sentía muy sola, él la invitó a estar juntos, bailaron, charlaron en la orilla de la playa, ella sintió frío y el le ofreció su campera de egresado, luego se dispusieron a irse, él la acompaño hasta la puerta de su casa y allí tuvieron una despedida muy dulce, con un beso quedaron para el día siguiente, así ella le devolvería su campera y él la volvería a ver, pues sentía algo en su interior por ella.

A la mañana siguiente deseoso de encontrarse con ella...tocó en su puerta y salió un señor con el gesto abatido, el chico preguntó por su hija, le dijo que venia a buscarla, que había quedado con ella, entonces el hombre, le dijo que broma macabra era esa, que si no respetaban el dolor de las personas....entre gritos y lagrimas le dijo que su hija llevaba un año muerta y cerró la puerta.

El chico entre el horror y la pena no entendía lo que sucedía, verificó que fuese la casa a la que llevó y besó sus labios, le vino a la mente ir al cementerio de Pavón así confirmaría su historia , mientras buscaba sin para y sin saber donde...en una lapida diviso su campera de egresado colgada...se acercó y vio la foto de la chica fallecida y......era ella… nada mas se supo de el, pero dicen haberlo visto por las noches en la playa bailando y riendo con si lo hiciera acompañado… pero en realidad… estaba solo….

martes, 14 de junio de 2011

Te veo dormida

Ahora me encuentro en la oscuridad de tu habitación, tú duermes tan profundamente que ni los truenos del exterior logran estremecerte de manera alguna.

Luces tan hermosa que es imposible dejar de observarte y amarte en silencio, en secreto. Me veo tentado a acercarme un poco más hacia ti y lentamente doy algunos pasos hasta encontrarme justo enfrente de tu cama desde donde logro observar tu hermoso rostro inocente a la luz tenue de la luna que apenas logra asomarse entre las nubes de lluvia.

Es tal tu hermosura que una lágrima nace desde mi alma como queriendo ir y tocarte.
Acaricio tiernamente una de tus mejillas, mis manos parecen desear tu piel cada vez más hasta el punto en que me veo obligado a dejar de hacerlo para no correr el riesgo de perturbarte y despertarte. Sin embargo ahora viene el problema, te mueves un poco dejando expuesto tu cuello, me estremezco y cierro los ojos, -...no puedo hacerlo, no puedo...- susurro entre sollozos cubriendo mis ojos con mis mangas.

Tu cuello es perfecto, hermoso, tu piel es la más pura que he visto en mi vida, y al observarte de nuevo a través de un espacio de entre mis mangas empiezo a distinguir una de tus venas, mis labios empiezan a temblar y lentamente me destapo por completo mis ojos que no se quieren separar de tu cuello.

Jamás había visto a un ser tan hermoso como tu, pareces un ángel, tu rostro expresa una
enorme paz reflejando placer de estar profundamente dormida envuelta en sueños de cuentos de hadas.

-¿Que estarás soñando en éste momento?-, algo feliz y placentero sin duda alguna, tus labios casi parecen sonreír.

Tus labios, que no daría por rozarlos tan sólo un instante con los míos, por saborear tu dulce boca y sentir tu aliento cerca de mí, pero sé que no me puedo acercar más a ti, no ahora, si lo hago no sé que podría pasar y sé que luego me arrepentiría por siempre. Sin embargo eres una tentación irresistible en todos los sentidos, tu hermosura, tu pureza, tu inocencia, todo.

Noto que ahora estás temblando un poco, debe ser mi presencia que está siendo detectada por tu piel, rozo tu brazo descubierto con mi mano y veo que te exaltas un poco, es mi frío que ahora empieza a calar en ti, acerco mis manos a tu vientre y te arropo un poco más, hasta los hombros, entonces tu rostro parece sonreírme en agradecimiento.

Tengo que cerrar mis manos y dejarlas en forma de puños para que no se atrevan a recorrer tu cuerpo, casi no las puedo controlar desean sentir la piel de tu cálido vientre que se encuentra a tan pocos centímetros, ahora las retraigo y sin querer, mi mano derecha roza levemente uno de tus pequeños senos, rápidamente observo tu rostro pensando que te ibas a exaltar pero veo que ahora se dibuja una clara sonrisa en tus labios.
-Como quisiera que soñaras conmigo-.


Angélica…

Sucedió hace mucho tiempo atrás, cuando aún estaba viva o al menos viva al resto de los ojos de los demás…
En 1919 existía una joven mujer, 17 años era ya una mujer en ese tiempo; llevaba una vida cómoda junto con mi familia, mi padre era doctor y mi madre se dedicaba por completo a mi pequeña hermana y a mí, mi vida era perfecta…hasta que lago cambió para siempre…
Mi pequeña hermana se perdió un día mientras jugaba a la pelota en el patio de la casa, y no la volvimos a ver con vida.
La buscamos por todos lados, al principio creíamos que se había ido a buscar su pelota, de vivos colores blanca con roja como una gigante menta redonda al bosque que se encuentra exactamente detrás de los terrenos de nuestra casa, peinamos la zona con ayuda de vecinos de nuestro pequeño pueblecillo y las autoridades, incluso la policía de otros tres pueblos vecinos se sumaron a la búsqueda de mi pequeña hermana Angélica, lo único que pudimos encontrar de ella fue un lindo zapatito de color blanco aperlado y su grande y bella pelota blanca y roja como mudos testigos de lo que había sucedido, y nada más…
A los cuatro días la encontraron en un arrollo que corría por las afueras de la ciudad, nada había en ella que delatara la causa de su muerte, nada salvo dos pequeñas y profundas incisiones al costado de su cuello.
No podía creer lo que veían mis ojos, lo que apenas hace una semana atrás había sido una hermosa niña de 10 años yacía muerta sobre una cama de satén blanco, con sus hermosos rizos castaños marchitos y en su tez la palidez mortuoria enmarcaban su hermosa carita, sus rasgos de ángel…Pero algo no encajaba en el cuadro, algo no parecía ser normal, es noche me quede hasta tarde, junto con mi madre quien se quedó dormida de tanto llorar la pobre.
Al acercarme al vidrio para contemplar a mi hermanita, me parecía que de un momento a otro se despertaría, casi podía observar como se dibujaba una pequeña sonrisa en las comisuras de su delicada boquita, y sobre todo me parecía que respiraba…aunque era solamente mi mente que no quería dejarla irse de mi lado, habíamos sido tan unidas.
Pero al pegar la mirada una vez más, finalmente pude observarla detenidamente…en ese momento sus ojos de almendra se abrieron repentinamente, y ya no supe más…solamente me desmayé de la impresión.
A la mañana siguiente me desperté en mi cama, con la sensación de que todo había sido solamente un mal sueño, que mi hermana no estaba muerta, y que no la había visto abrir sus ojos.
Bajé las escaleras hacia la sala de la casa, depuse de bañarme y cambiarme con la esperanza de que al tardarme la triste realidad cambiara, pero no sucedió así, aun se encontraba hay ese ataúd blanco, y dentro de el lo que había sido mi linda hermana.
Ese día lo volví a pasar de nuevo a su lado…y al atardecer cuando la sepultamos me quede a su lado, pues tenia la creencia de que podría sentirse sola…y dentro de su cripta puse su pelota, que tanto le gustaba.
Al llegar la noche, un frío viento se apoderó de mí, y una niebla espesa cubrió pronto el entorno, los árboles parecían mirar expectantes la escena de ultratumba…
De las entrañas de la tumba, salió mi hermana, pálida y etérea…un ángel inmortal, su tierna voz me llamó, y temerosa acudí a su lado.
Me hipnotizó su dulce voz, y solo escuché:
-Aún en la muerte cuidarás de mí, como yo cuidaré de ti…hermana- y me tendió los brazos, y la abracé… sentí una pequeña punzada en mi cuello y un sopor profundo.
Ahora para los demás estoy muerta, y junto con Angélica, mi hermanita pertenezco a un mundo de sombras en las que las dos reinamos juntas…reímos, jugamos como lo hacíamos a la luz del día… mis padres tuvieron más hijos, y ellos a sus hijos, nuestros hermanos ya son muy grandes... los q aún viven, pero solo Angélica y yo seremos hermanas aún en la muerte, solo nosotras seguiremos así, cuidando la una de la otra…

sábado, 11 de junio de 2011

Amigas por siempre…

Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas
desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo
instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían
caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era
muy tímida y callada.
Cierto día, Sara le propuso a Alicia:
- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?
- ¿Qué?
- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de
nosotras dos, irá a avisar a la otra.
- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.
Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó
la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la
mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.
Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen
trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no
veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se
veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos
distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.
Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un
camión invadía su carril y chocaba con su coche.
Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la
casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su
lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo
bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir
la puerta.
Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca,
totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.
Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza,
estaba su antigua amiga Sara.
- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.
- ¡Cuánto tiempo
sin vernos!
Sara no se movió de donde estaba.
- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.
Alicia se quedó sin habla.
- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré
esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.
Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo
descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el
corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida
al suelo.
Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.
Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche
anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión
había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.
A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se
olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las
noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a
Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual
siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.
Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna
explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico.
Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.
Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos
que provenía de la habitación de Alicia.
Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia
tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la
cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS
POR SIEMPRE".

martes, 7 de junio de 2011

Eterna confianza…(Plaza de los Pioneros, Mar de Ajó)

Un día un chico y una chica se conocieron, y sin saber como entre ellos surgió algo especial....
Al poco tiempo el chico le dijo a la chica, que la quería, y la chica contesto con algo más o menos parecido, entonces empezaron a salir...
...Eran bastante felices hasta que un día la chica desconfió. Desconfió de su amor.
Con tantas dudas en la cabeza, ella le preguntó que si de verdad la quería.
El tristemente agachó la cabeza, y sin decir nada se marchó.
La chica preocupada, le llamaba, y el no atendía el teléfono. Al encontrarse, frente a frente... no la miraba, no la hablaba... La chica dijo que mejor era dejarlo por que así no se podía estar... el acepto la propuesta.
Luego ella buscaba una explicación de por qué esa repentina reacción, al no encontrarla, decidió preguntárselo a el… pero jamás lo encontró… lo buscó en su casa, en la de sus amigos, y por todos los lugares que el frecuentaba… ella trató de olvidarlo, pero jamás pudo… mucho menos cuando salio en las noticias respecto a su suicidio, el se había ahorcado, esa misma noche ella decidió ir al lugar donde se habían conocido, aquella plaza de los pioneros… al caer la noche ella seguía en la plaza, y de un momento a otro el apareció… ella no entendía como, el había muerto… pero eso no le importó….le preguntó por que habían terminado…  
y el con lágrimas en los ojos contestó:
-Por la desconfiar de mi amor !!!  después de decir eso el se marchó, diciendo te amo y a pesar de todo siempre te amare… voy a estar esperándote… aquí no hay dolor… no tengas miedo…
La chica llorando se marchó!!! Fue directo a su casa… se encerró en su cuarto un con un cuchillo corto sus venas… sus ultimas palabras  se dice que fueron… “espérame, voy  en camino, yo también te amo”….

Se comenta que cada año, el día en que se conocieron… se les puede ver caminando juntos de la mano por la plaza muy enamorados sonriéndole a la gente que los ve pasar…

lunes, 6 de junio de 2011

Nueve veces Veronica...

Esto es justo lo que nunca debes hacer: ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Veronica.
No serías el primero que se rie al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas. Muchos antes que tu han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quienes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafí­o, han cargado con una maldición terrible.
¿Quien es Veronica? O mejor dicho: ¿quien era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada. Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.
Sin embargo, Verónica aun no descansa en paz. Su espi­ritu esta condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el Mas Alla¡, como le sucedía a ella en la vida real.
Ana era una chica de la edad de Verónica que conoció la leyenda en su instituto. Sus amigos la picaron, diciendole que no se atrevía a decir \'Veronica\' nueve veces ante el espejo. A ella le daba miedo, pero venció su terror porque le avergonzaba quedar mal ante todo el mundo. Una compañera fue a los servicios de esa planta del instituto para comprobar, entre risas, si cumplía la prueba.
Lo hizo, no paso nada y el grupo lo olvidó enseguida. Menos Ana. Para ella la auténtica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama, cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oía cerca de la nuca, mientras sentía como si alguien respirara en su cuello. Aterrada, se levantó y encendió la luz. Alli­ solo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche. Al diía siguiente, no se atrevió a contarselo a nadie. Estaba muerta de miedo, y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando entró al baño, hací­a mucho frí­o (como estaban en invierno no le dió importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpió con la mano para comprobar horrorizada que tras ella habí­a una chica que no había visto jamás, con una expresión de espanto y sangre en la cabeza. Fue solo un instante. Cuando se volvió a mirar, ya no habí­a nadie. Ana rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, cuando se volvió hacia el espejo vio algo que la dejo helada. Al borrarse el vaho una frase habi­a permanecido escrita: \'Soy Verónica. No debiste invitarme a volver\'.
Ana no pudo soportarlo. Hoy pasa sus dias encerrada en un manicomio, y solo habla para jurar y perjurar que el fantasma de Verónica la sigue atormentando.

domingo, 5 de junio de 2011

El Espejo...

Alguna vez habrás escuchado cantidad de relatos acerca de los espejos, que si miras fijamente puedes ver tu muerte, que si repites un nombre 7 veces la persona vendrá por ti en la noche, en fin. Pero lo que yo estoy a punto de relatarles no tiene comparación y les aseguro que nunca se verán en un espejo con la misma tranquilidad y de la misma forma.

Denny ha sido mi amiga desde siempre, conozco su carácter y sus miedos y sé que uno de ellos es mirarse a solas de frente al espejo. Cuando iba a cumplir 15 años, sus padres prepararon una fiesta muy especial con motivo de la llegada a la adolescencia, tenía un vestido azul celeste que les había costado meses conseguir y por lo tanto, lo guardaba con sumo cuidado.

Todos los días después de clase se lo ponía y se miraba horas en el espejo deseando que ese día llegase. Unas semanas antes de la fiesta, Denny tuvo una sensaciòn de soledad y de vacío que llegaron al grado de no dejarla dormir por las noches. Una de estas noches de insomnio, repentinamente tuvo la extraña necesidad de pararse y mirarse en el espejo. Cual fue su sorpresa que al mirarse en el espejo se vio a ella misma danzando en una pista de cristal que estaba bañada completamente en sangre pero extrañamente ni ella ni su vestido se manchaban de sangre.

De repente, el ruido del despertador la sacó de su profunda imagen y aún alterada y asustada y un poco confundida por lo que acaba de presenciar se dispuso a marcharse al colegio. Al regresar se encontró con que su vestido no estaba donde siempre solía dejarlo, desesperada buscó a su madre para que le explicara pero ésta no supo decirle. Corrió de vuelta a su cuarto y en el espejo se encontró con una nota que no estaba ahí en un principio. La nota decía: " Si quieres tu vestido busca debajo de las escaleras" Sin comprender lo que pasaba, bajó las escaleras y sintió como alguien venía cuidando sus pasos y como alguien esperaba el fin de estos al final de las escaleras, trataba de detenerse pero no podía , trató de gritar pero algo le sujetaba el cuello y el rostro , algo que ni ella misma podía ver, al llegar al final de la escalera vió su vestido roto y
arañado y completamente ensangrentado. Lo agarró y al hacerlo escuchó como si mil cristales se rompieran. Asustada, corrió a su cuarto cuando la puerta se cerró súbitamente frente a ella, podía escuchar como algo estaba dentro de su habitación, le gritaba a su madre pero no recibía respuesta, parecía como si estuviera sola completamente. De repente, todo se volvió silencioso, tan silencioso que podía escuchar su propio corazón latiendo rápido muy rápido.......

Despertó de un brinco, confundida sin saber que había vivido, miró a su alrededor y vio a
su madre que la despertaba con cariño. El día de la fiesta había llegado.... cuánto tiempo había estado dormida? sucedió aquel horrible momento? lo soñó? De un salto se levantó de la cama y abri su armario buscando su vestido.... intacto. El vestido estaba ahi donde siempre sin una sola arruga, sin una sola mancha.... listo para ella. Se arregló y marchó para la fiesta , pero no notó que su espejo estaba roto, que tenía la nota aquella que le avisaba de su vestido y que por las hendiduras del espejo se podía ver algo tratando de salir...

Todo marchaba de maravilla, la fiesta un éxito, mucha gente, amigos, familia y llegó la hora del vals.... el padre pasó al frente para ese primer baile de niña a mujer cuando de pronto alguien dio un mal paso y salpicó el hermoso vestido celeste de mi amiga. Jamás olvidaré la mirada de mi amiga... sin pensarlo volvió a ver al culpable de tal accidente y sin pensarlo cogió uno de los vidrios y se le abalanzò hiriéndole en el cuello, rasguñándole la cara , la sangre saltaba hacia ella y parecía que le diera fuerza, varias personas se le abalanzaron para detenerla pero no podían con su ira, lastimó a su madre , a sus hermanos, lanzaba maldiciones y sacaba fuerza del miedo y de la histeria de los demás pero sobretodo de la sangre, de la sangre de aquel que con todo el gusto del mundo había preparado la fiesta, de quien había visto la transiciòn de niña a mujer de aquella ahora transformada bestia, la sangre de aquel que la amaba más que nada ni nadie en el mundo, la sangre de aquel que por azares del destino tropezó tirando un vaso encima del vestido de esa quinceañera, aquella que ahora le quitaba la vida a su propio padre, ante los ojos de familiares y extraños, ante la impotencia de todos, tratando de impedir la muerte sin poderlo lograr.

El padre murió sin poderlo evitar, se desangrò en el vestido de su hija que inconsciente yacía junto al que fuera su padre.... al regresar en sí no comprendía lo que sucedía ante sus ojos, comenzó a gritar sin consuelo y con gran desesperación, abrazaba el cuerpo de su padre y mientras en su cuarto el espejo misteriosamente ya no aparecía roto y una sombra se visualizaba al fondo del espejo como observando lo que acababa de suceder.

Mi amiga? Lleva 10 años en una Institución de salud mental y jura que no recordar haber asesinado a su padre.

sábado, 4 de junio de 2011

Ultimo dia de clases...

Quiero contaros una cosa que sucedió en mi pueblo, esta historia es verdad, al menos eso dicen, pero a mi me puso los pelos de punta al escucharla..... todo empezó hace muchos años, en mi pueblo, que por aquel entonces solo era un pueblito mas de los muchos perdidos entre las montañas de asturias. mi pueblo como ya he dicho era pequeñito, apenas tenía una pequeña plaza con iglesia, un parque, una pequeña cárcel y una escuela, con todas las casa apiñadas alrededor. pero aún así estaba muy orgulloso de su escuela: era una de las mejores de toda la cuenca, pues era bastante grande y estaba al alcance de todas las familias, aunque los profesores escaseaban. pero un buen día, un día de clase, un grupo de alumnos estaban haciendo manualidades con su profesora. tendrían apenas 8 ó 9 años, y se lo pasaban en grande con el barro y las pinturas. la profesora, una joven muy guapa y que había empezado hacía apenas un mes, puso la radio para oír el parte del tiempo, pues la clase se iba el día siguiente al monte de excursión. pero a la mitad del parte, un hombre con voz muy grave cortó la comunicación y dio una noticia de última hora:
"les comunicamos que se ha escapado un peligroso asesino de la cárcel del pueblo... por favor, les rogamos que cierren herméticamente puertas y ventanas hasta que sea detenido. “gracias"
los niños se asustaron mucho y con razón; la cárcel quedaba muy cerca de la escuela. la profesora los tranquilizó y se puso a contarles historias para que se calmaran y se olvidaran un poco de aquello, pero a una niña le entraron muchas ganas de ir al servicio... la \"profe\", con la poca experiencia que tenía y después de lo que habían dicho en la radio, no sabía si dejar a la niña ir, pero ésta insistía tanto que al final la dejó; antes de marchar, acordaron una contraseña para saber que era la niña y no el temido preso: cuando llegara, tenía que dar tres golpes en la puerta y arañarla dos veces. la niña se fue al baño, pero nunca volvió. el preso, que estaba escondido en un lavabo, la obligó a que le dijera la contraseña y luego le cortó la cabeza. la profesora estaba ya preocupada, habían pasado veinte minutos y la niña aún no había vuelto. pero de pronto, en la puerta se escucharon tres golpes y dos arañazos: es ella, pensó la joven. pero al abrir la puerta, se encontró con el cuerpo sin cabeza de la pobre niña....de un salto, el preso entró en la clase, y entre gritos de terror y dolor, acabó con todos los niños..... sólo la profesora quedó con vida, pues logró saltar por una ventana....
Hoy en día está en un psiquiátrico, no puede parar de repetir una y otra vez: tres golpes y dos arañazos, tres golpes y dos arañazos.... la escuela estuvo a punto de ser derrumbada , pues solo traía malos recuerdos, pero al final la dejaron. dicen que si entras, en el baño podrás ver la cabeza de la niña, que te mira fijamente con ojos llenos de terror, y que en la clase, chorrean sin parar regueros de sangre por las paredes......

miércoles, 1 de junio de 2011

El próximo sos vos (Prov. de Buenos Aires)

Aquella noche todo fue muy extraño. Estábamos en un descampado cerca de mi barrio. Hicimos una fogata y nos sentamos alrededor del fuego a charlar, cuando Marcelo nos propuso jugar al juego de la copa. Yo tenía un poco de miedo por todo lo que había escuchado sobre ella, pero, pensándolo fríamente, ¿por qué voy a tener miedo es solo un juego?

Al final nos decidimos. Pusimos el tablero y todo, y empezamos a preguntar cosas. Sorprendentemente la copa se fue moviendo, y yo me quedé sin aliento. ¡Era increíble!

De repente, la copa explotó. Aquello fue demasiado. Decidimos que ya era hora de que cada uno volviera a su casa. Aquella noche me desperté varias veces porque encontraba la luz del baño encendida.

A la mañana siguiente le pregunté a mis viejos si ellos habían estado yendo al baño por la noche. Me contestaron que no. Pasé por alto ese incidente y no quise darle más importancia.

De camino al instituto pasé por delante de un banco donde había un hombre sentado. Cuando avancé un poco más noté que ese mismo hombre me seguía. Iba vestido con gabardina negra y sombrero oscuro. No me daba buenas vibraciones, así que aceleré el paso. Él también lo hizo. Para no parecer paranoico opté por otra estrategia: me paré en seco, como si me fuera a atar los cordones de los zapatos, para ver qué hacía él...

... Se me acercó al oído, y en un susurro me dijo: no juegues con fantasmas cuando no sabes qué son.

Me quedé de piedra. En cuanto pude, llamé a todos con los que estuve aquella noche y se lo conté. Quedamos otra vez en el descampado. Ninguno de nosotros habló porque no había nada que decir: habíamos jugado con fuego y nos habíamos quemado.

De repente, un hombre emergió de la sombra. Llevaba un instrumento afilado en la mano. Se dirigía hacia nosotros. Salimos corriendo. Cada uno a su casa. Pero a Marcelo y a Silvia no los vimos más.

Ahora, cuando miro sus fotos, siento como si me sonrieran y me dijeran: el próximo sos vos.